martes, 6 de agosto de 2013

Punto aparte

Las clases se inician el lunes 19 de agosto, desde el lunes 04 de febrero inicie este proceso. Aparentemente es muy rápido, pero es sólo aparentemente. En realidad siempre soñé con estudiar en la Católica. Desde los diecisiete años, cuando postule por primera vez, hasta después, cuando en cada viaje buscaba un pretexto para ir a la facultad de ciencias sociales. En cada viaje el pretexto siempre era el mismo, comprar libros, algún seminario, una que otra conferencia y así ocurrió y así paso el tiempo. Aún no acabo la carrera de economía en la universidad de Ica, han pasado mas de 25 años. Y es cómico, algún día escribiré de porque esta pequeña demora. Desde el lunes 04 de febrero decidí hacer un "lígero" cambio a mi vida. En realidad ya estaba aburrido de no tener un norte, una dirección, un sueño. Todo era de corto plazo, de muy corto plazo, efectividad inmediata versus éxitos duraderos. Pero desde esa fecha decidí por lo que en realidad ha podido mas que cualquier otra cosa. Ní mí familia, ní mís amigos ní el trabajo (ní la religión ) ní nada a tenido tanta influencia, tanta potencia y tanta fuerza como para hacerme cambiar tan drásticamente. Este sueño si tuvo la fuerza. Cuando volví a escuchar las clases de Macroeconomía y solicite estudiar como alumno libre en la Facultad de Ciencias Sociales, no sabía en lo que me metía, de repente no lo sabía, pero si lo sospechaba. Ya como alumno libre del curso de Macroeconomía I del primer semestre 2013 en el Departamento de Economía, solo puedo decir que mi primer impacto fue no escuchar mí nombre en la lista de alumnos formalmente matriculados, me sentí un extraño, un intruso, el camarón de la clase. Creo que ese día me dije que no podía ser así. Me propuse ingresar. Ingresé.
Los retos o "el reto" fue sobrevivir al curso de Macro I. Gracias Waldo, de pronto nunca (te) lo diré directamente pero tus clases son lo máximo. Y hay que estudiar, hay que esforzarse notablemente. Leer día y noche, leer en los viajes, leer en los taxis, leer en el baño, robarle horas al sueño. Resolver "las ecuaciones". Horas y horas de estudio, dolores de espalda, (no es lo mismo tener 17 años a 43 y sentarse horas en una mesa sólo con lápiz y papel). Pero fue una satisfacción orgásmica.
Hoy me he matriculado y me dan ganas de mandar todo al diablo, todo menos mi constancia de matricula. Y como dice un párrafo de mí carta de bienvenida "Ustedes ya están en la Universidad Católica, pero la Universidad no es un punto de llegada sino más bien un punto de partida". Y en ese punto estoy ahora, en ese pequeño punto, de pronto eso somos, de pronto eso soy, un pequeño punto de partida.
 
 

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